La leche materna producida es
imprescindible para el correcto desarrollo de los bebés, ya que no solo cubre
sus necesidades nutricionales, sino que además favorece un óptimo desarrollo
físico y emocional, protegiéndolo de muchas enfermedades y estableciendo un
buen vínculo entre la madre y su bebé. Además, el acto de amamantar contribuye
a cuidar la salud materna, disminuyendo el riesgo de padecer osteoporosis y
cáncer de mama y de ovario, entre otras patologías.
Tan esencial es esta leche para el
crecimiento de los lactantes, que su composición va mutando para adaptarse a
sus necesidades durante cada etapa de la lactancia:
Etapa 1: Calostro
Esta es la primera fase. Dura alrededor de
3 o 4 días y suele ser la más conocida por el saber popular. Se trata de un
tipo de leche que se produce durante el embarazo y continúa durante los
primeros días posteriores al parto. Suele ser de color amarillento y textura
cremosa, más gruesa que la leche que la sucede.
El calostro no solo es una excelente fuente
de proteínas, vitaminas y minerales, sino que además contiene los anticuerpos
esenciales para proteger al bebé de diversas enfermedades y hacerlos menos
propensos a padecer alergias, infecciones, problemas estomacales, enfermedades
en la piel y afecciones respiratorias.
Etapa 2: Leche De Transición
Esta segunda etapa de la leche materna
tiene un período de duración de aproximadamente 2 semanas. Se caracteriza por
contener altos niveles de grasa, lactosa y vitaminas solubles en agua, por lo
que es fundamental para que el bebé aumente de peso y crezca fuerte y
saludable. Además, permite que el sistema digestivo y los riñones del bebé se
adapten a la leche madura.
Etapa 3: Leche Madura
Esta última fase de la leche materna se
empieza a producir después de 3 o 4 semanas de nacido el bebé y está compuesta
por un 90% de agua y un 10% de hidratos de carbono, proteínas y grasas
saludables que permiten su correcto desarrollo nutricional. Podemos dividirla
en 2 tipos:
●
Leche del
comienzo: es la que sale apenas el lactante comienza a succionar y contiene
altos niveles de agua, vitaminas y proteínas.
●
Leche
posterior: se produce un tiempo después de comenzar la succión y contiene altos
niveles de grasa.
Cada una de estas etapas es igual de
importante para garantizar la salud tanto del bebé como de la madre y por eso
es fundamental respetar los plazos de lactancia recomendados por los
profesionales médicos.