Se estima que cada año más de 450 mil mujeres son diagnosticadas con cáncer de mama en nuestro continente. Y aunque algunos factores de riesgo que aumentan las probabilidades de padecerlo no se pueden cambiar (como los antecedentes familiares), muchos otros están relacionados con conductas o hábitos personales que sí pueden modificarse para prevenir la enfermedad.
De
hecho, diversas investigaciones demuestran que los cambios en el estilo de vida
pueden disminuir el riesgo de padecer cáncer de mama, incluso en mujeres de
alto riesgo. Por este motivo, los especialistas recomiendan:
● Limitar el
consumo de alcohol: mientras mayor sea el consumo de bebidas alcohólicas, mayor
será el riesgo de desarrollar la enfermedad. Los estudios revelan que incluso
las pequeñas cantidades pueden aumentar el riesgo.
● Mantener un
peso saludable: además de prevenir enfermedades como la diabetes, la enfermedad
cardíaca y el accidente cerebrovascular, tener un peso saludable puede ayudar a
prevenir el cáncer de mama. Para esto se recomienda llevar una dieta
equilibrada, rica en alimentos de origen vegetal, como frutas y verduras,
cereales integrales, legumbres y frutos secos. Además, es preferible reemplazar
las carnes rojas por carnes blancas y elegir grasas saludables como el aceite
de oliva.
● Realizar
actividad física: los expertos aconsejan tener como objetivo realizar al menos
150 minutos de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de actividad aeróbica
vigorosa a la semana. A esto se puede sumar entrenamiento de fuerza dos veces a
la semana.
● Amamantar: se cree que la lactancia materna tiene un papel preponderante en la prevención del cáncer de mama. De hecho, se estima que a mayor tiempo amamantando, mayor es el efecto protector.
● Limitar la terapia hormonal posmenopáusica: la terapia hormonal combinada puede aumentar el riesgo de padecer cáncer de mama. Es importante que las mujeres que atraviesan esta etapa de sus vidas hablen con su médico acerca de los riesgos y beneficios de la terapia hormonal. En muchos casos, es posible controlar los síntomas de la menopausia con medicamentos y terapias no hormonales.
Si
bien no existe un método infalible para prevenir el cáncer de mama, modificar
los factores de riesgo relacionados con el estilo de vida podría reducir las
probabilidades de padecerlo. Esto es especialmente útil en mujeres con un
fuerte historial familiar de la enfermedad.