El dengue es una enfermedad causada por el
mosquito Aedes aegypti, que sirve de transmisor contagiando a personas sanas
tras haberse alimentado con la sangre de una persona enferma. Por suerte,
existe una serie de medidas preventivas que pueden contribuir a combatir el
mosquito y sus larvas, minimizando las posibilidades de contagio. He aquí las
más importantes:
1. Eliminar los recipientes con agua
estancada: Las botellas, latas, neumáticos o cualquier objeto que quede al aire
libre y pueda almacenar agua en su interior puede servir para que las larvas se
reproduzcan, ya que estas superficies son las predilectas de los mosquitos para
depositar sus huevos. Además, es recomendable colocar boca abajo los
recipientes que no se utilicen, como baldes, macetas o frascos.
2. Renovar el agua de recipientes en el
interior del hogar: ya sea que se trate del agua de los floreros, o de los
bebederos de las mascotas, es importante cambiarla, al menos, día por medio.
3. Reforzar la limpieza del hogar: es
fundamental mantener limpias todas las superficies interiores y exteriores de
la casa.
4. Utilizar repelentes: la aplicación de
repelentes en spray o crema se recomienda cada 3 o 4 horas. Además, se
aconseja utilizar espirales y mosquiteros en aquellos lugares donde abunden los
mosquitos.
5. Estar atento a la presencia de síntomas:
Ante la presencia de fiebre alta, dolor de cabeza (especialmente atrás de los
ojos), dolor muscular, dolor abdominal o manchas en la piel es necesario
consultar a un médico y no auto-medicarse.