Especialistas
han alertado acerca del peligro que supone que, desde el comienzo de la
pandemia por coronavirus, muchos pacientes hayan dejado de realizarse controles
o análisis de rutina por miedo a contagiarse. El mayor riesgo es que, a largo
plazo, esas desatenciones terminen generando graves daños a la salud.
Los
médicos explican que el control de las patologías preexistentes y la prevención
de enfermedades futuras son fundamentales y no deberían posponerse. Los
exámenes médicos periódicos constituyen las bases de la medicina preventiva,
por lo que si bien los riesgos que implica el COVID-19 son altos, existe un
peligro incluso mayor por desatender otras condiciones.
Según
los expertos, la prevención abarca 3 niveles:
● Primario:
se consigue a través de la reducción de los factores de riesgo que generan la
enfermedad antes de que aparezca. De este modo se logra disminuir su
incidencia.
● Secundario:
este nivel comprende la detección de una enfermedad con el objetivo de retardar
su aparición, revertir la situación y/o mejorar el pronóstico. Gracias a esta
etapa se consigue reducir la prevalencia de las enfermedades.
● Terciario:
este último eslabón de la cadena consiste en minimizar los efectos negativos
futuros de una enfermedad o condición sobre la salud.
Por
este motivo es fundamental que los pacientes pierdan el temor y, cumpliendo con
todas las medidas de cuidado correspondiente, realicen las consultas y estudios
diagnósticos necesarios para la detección precoz y el seguimiento de sus
patologías.
Es
importante recordar que los centros hospitalarios públicos y privados cuentan
con medidas de bioseguridad para evitar el riesgo de contagio.